Si estás fumando en este momento, probablemente no te habrás dado cuenta de ello hasta que lo he mencionado.
La idea de que los cigarrillos mitigan el aburrimiento es otra falsedad.

La situación real es ésta: cuando eres adicto a la nicotina, te falta algo cuando no estás fumando. Si tienes la mente ocupada con algo que no produce estrés, puedes estar bastante tiempo sin fumar sin que te moleste en exceso. Pero cuando estás aburrido no hay nada que te distraiga, y le das de comer al monstruito. Si no estás intentando reducir el consumo de tabaco o dejando de fumar, el acto de encender un cigarrillo deja de ser un acto consciente. Incluso los fumadores de pipa o los que lían sus propios cigarrillos pueden seguir el rito de una manera automática. Si un fumador intenta acordarse de los cigarrillos que ha fumado durante el día, sólo podrá recordar unos pocos: quizás el primero de la mañana, o el que fumó después de comer.
También es cierto que el tabaco tiende a aumentar el aburrimiento porque te quita vitalidad y las ganas de hacer cosas: Los fumadores tienden a quedarse sentados aliviando el “mono”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario