13>>QUE PIERDO Y QUE GANO AL DEJARLO???





¡NADA EN ABSOLUTO! 


Es el miedo lo que nos impide dejar de fumar. El miedo a encontrarnos con que las situaciones de la vida ya no son como antes, o el miedo a no poder defendernos en las situaciones de estrés.


En otras palabras: el efecto del “lavado de cerebro” es hacernos creer que hay alguna debilidad en nosotros mismos, o que hay algo que necesitamos en el tabaco y que dejará un vacío si nos lo quitamos.




Métetelo en la cabeza
EL TABACO NO LLENA EL VACÍO. LO CREA!!!!




Nuestro cuerpo es la máquina más sofisticada que existe. Da igual que creas en el Creador, en el proceso de selección natural, o en una combinación de ambos. Sea cual sea el ser o el sistema que haya creado este cuerpo, ha conseguido algo que el hombre no podría crear en un millón de años. El hombre no sabe crear la más sencilla de las células vivas, y mucho menos los milagros de nuestra vista, nuestro sistema de reproducción, nuestro sistema circulatorio o nuestro cerebro. Si este Creador o este sistema natural hubiese querido que fumásemos, nos hubiera provisto de algún tipo de filtro para que no entrasen los venenos en el cuerpo, además de algo que sirviese de chimenea.




"El caso es que el cuerpo posee dispositivos de alarma en forma de toses, mareos, vómitos, etc., y nos jugamos la vida si no hacemos caso de estos avisos"


La maravillosa verdad es que no hay nada de qué privarse. Una vez que hayas expulsado al monstruito de tu cuerpo y hayas eliminado el “lavado de cerebro” de tu mente, no querrás fumar ni sentirás la necesidad de hacerlo.


El tabaco no mejora las comidas, las estropea. Te destruye el paladar y el olfato. Mira a los fumadores en un restaurante, fumando entre plato y plato. No disfrutan de la comida: en realidad están deseando que se acabe, porque interfiere con el fumar. Muchos fuman en estas situaciones aún sabiendo que ofenden a los no fumadores. Los fumadores en general no son personas despreciativas para con los demás; simplemente se desesperan si no pueden fumar. Están entre la espada y la pared: o se abstienen de fumar y su desesperación los hace parecer antipáticos, o fuman y se sienten culpables de estar molestando a los demás. En todo caso, se desprecian a sí mismos.


Mira a los fumadores en una recepción oficial, donde no pueden fumar antes del brindis. Muchos de ellos de repente padecen problemas de vejiga, y desaparecen misteriosamente a tomarse un par de caladas en secreto. Ahí es donde ves el fumar como realmente es: una adicción. Los fumadores no fuman porque les gusta, sino porque se sienten deprimidos mientras no fuman.











El hecho de que muchos empezamos a fumar por motivos sociales cuando somos jóvenes y tímidos nos hace creer que no podemos disfrutar de la compañía de los demás sin tabaco. 


Esto es una idiotez!!!!!!!!!




 El tabaco te quita confianza en ti mismo. El efecto del tabaco en las mujeres nos ofrece un clarísimo ejemplo del miedo que produce, mucho mayor que el miedo al cáncer o a otras enfermedades (el fumador parece ignorar estos peligros). Casi todas las mujeres se preocupan mucho de su aspecto físico. Procuran estar siempre aseadas, bien vestidas y oler bien. Pero no les molesta en absoluto saber que su aliento huele a cenicero viejo. O quizás sí que les molesta; a lo mejor les resulta repugnante el olor que despiden sus ropas o su pelo, pero no les impide fumar. O sea, que para ellas no hay nada peor que repeler a la gente: pero si tienen que elegir entre repeler a la gente y abstenerse de fumar, el tabaco gana. Este es el miedo que esta terrible droga produce en el fumador.









Los cigarrillos no ayudan en las reuniones sociales; las estropean. Tienes que llevar el vaso en una mano y el cigarrillo en la otra; vigilar que no se te caiga la ceniza y buscar un sitio para las interminables colillas; procurar no soplar humo en la cara de tus interlocutores; preguntarte si te huele el aliento o si resultan desagradables tus dientes manchados de alquitrán.







No hay nada de qué privarse
Al contrario, hay muchos beneficios importantes


Cuando el fumador piensa en dejar de fumar, tiende a concentrarse en su salud, el dinero que se puede ahorrar, y el estigma social. Estas tres cosas son evidentemente muy importantes, pero yo creo que los mayores beneficios son psicológicos, y por varios motivos incluyen:


0      La recuperación de la confianza en ti mismo, y de tu valor.
0      El liberarse de la esclavitud.
0      El no tener que pasarte la vida con esas sombras negras en el fondo de la mente, sabiendo que la mitad de la población te desprecia y que te desprecias a ti mismo.






La vida del no fumador no sólo es mejor que la del fumador,
 es muchísimo mejor.
 No quiero decir simplemente que tendrás mejor salud y 
más dinero; quiero decir que serás más feliz y 
que disfrutarás más de la vida.






Los beneficios que se obtienen al convertirse en ex-fumador se detallan en los próximos capítulos. Algunos fumadores tienen dificultad para comprender este concepto del “vacío”; veamos si este ejemplo te ayuda.







Imagínate que tienes una pequeña zona irritada en la mano. Yo la veo y te recomiendo una crema excelente. Pones la crema y la irritación desaparece inmediatamente. Un mes más tarde vuelve a aparecer, pero ahora es mayor la zona afectada y duele más. Le pones crema otra vez y vuelve a desaparecer inmediatamente. Este proceso continúa hasta que tienes la mano entera afectada y el dolor es insoportable. Ahora estás muy preocupado. La crema milagrosa quita la irritación, pero 



¿dónde acabará esto? 
¿La irritación te afectará al final el cuerpo entero?







 Vas al médico, pero no te puede hacer nada. Pruebas otros medicamentos, pero ninguno funciona, sólo la crema milagrosa. Entonces es cuando descubres que la crema no cura la irritación; lo único que hace es esconderla bajo la piel. En realidad el hongo que produce la irritación se alimenta de la crema, que es la misma crema la que está empeorando la situación, y que si dejas de usar la crema la irritación desaparecerá sola en poco tiempo.





¿Seguirías usando la crema?
¿Se necesitaría fuerza de voluntad para dejar de usarla?
¿Te sentirías deprimido al dejar de usarla?




Por supuesto que no. Estarías encantado de saber que ya conocías la causa del mal. La analogía nos sirve para el caso del tabaco, sólo que en este caso el júbilo debe ser aún mayor. Con el tabaco, el equivalente a la  irritación de la mano no es el terrible peligro para la salud, ni el dinero que cuesta fumar (estas son razones más importantes); la irritación de la mano es el “mono”, los síntomas de depresión y de inseguridad. El cigarrillo no alivia estos síntomas, los causa.





DEJA DE CASTIGARTE!!!!!!!!




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Has Avanzado en Tu Meta de Dejar de Fumar???