Aquí es donde fracasan muchos fumadores
que siguen el Método de la Fuerza de Voluntad.

Para la mayoría, esa primera calada no sabe bien, y eso les alegra.
Piensan:
“Qué bien, no me ha gustado,
ya estoy perdiendo las ganas de fumar”.
Lo que ocurre es todo lo contrario. Hazte cargo: NUNCA TE GUSTARON. Nunca has fumado a gusto. Si los fumadores fumasen por gusto, nadie fumaría un segundo cigarrillo después del primero.
Llevas años fumando, sólo para darle de comer al monstruito. Lo has tenido con hambre durante cuatro días; imagínate lo que le habrá gustado esa caladita que has tomado. Conscientemente no te das cuenta de ello, pero en el subconsciente se registrará la dosis que acaba de entrar en el cuerpo, y se derrumbarán todos tus preparativos anteriores. Ya habrá una vocecita en la oscuridad, diciendo:
“A pesar de todos los argumentos lógicos,
no hay nada como un pitillo. Quiero otro”
Esa caladita tiene dos efectos nefastos:
0 Mantiene vivo el monstruito.
0 Lo que es peor, alimenta al “gran monstruo” que tienes en la mente. La primera caladita te llevará con facilidad a la segunda.
Recuerda:
Hace años empezaste a fumar
gracias al primer cigarrillo.
No lo hagas otra vez!!!!!!!!
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